martes, 6 de agosto de 2013

Las putas y las santurronas

Alguien pensará por el título que voy a hablar de prostitutas y de gente del opus dei, pero es mas simple de lo que parece.
Sabemos que los extremos no son nada buenos, pero alguien debería decirles a las señoritingas que escucriñan los programas de TV, que viven de hablar de ellos, de rebuscar entre las sobras de las vecinas, que se dedican a menospreciar y tildar a la gente de A o B, alguna vez, que vivan su puta vida y follen mas, o lo que es lo mismo, que sean personas equilibradas y no una secta que nos satanizan y coartan a los demás.
Porque en el fondo, el problema aquí no es si yo echo X polvos a la semana, si tengo tanto vibradores, si grabo vídeos caseros con mi pareja. El problema es mucho mas serio, es un problema psicológico consistente en silenciar toda libertad sexual, tachar de putas a quienes ejercen esa libertad, mientras ellas se carcomen por dentro por no ser tan abiertas, o no lo suficientemente abiertas para poder tener si quiera, un puto orgasmo.

Las putas, somos aquellas que no tenemos miedo a salir una noche y tirarnos al primero/a que pase, porque queremos pasar simplemente un buen rato.
Las putas somos aquellas que nos grabamos con nuestra pareja porque nos negamos a aceptar que nuestra relación muere por hacer siempre lo mismo.
Las putas somos aquellas que usamos consoladores cuando los/las peleles/as que tenemos al lado son incapaces de tener un poco de empatía como para pensar un poquito en nosotras y nuestro placer.
Las putas somos aquellas que vestimos como queremos y hablamos como nos da la gana.
Las putas somos aquellas que reconocemos que el sexo sirve para algo mas que para engendrar hijos.
Las putas somos aquellas a las que los santurrones y señoritingas nos tiran chocolate encima con el beneplácito de un país encantado de ser machista, patriarcal y mezquino para con las mujeres.
Las putas somos aquellas con las que ponen los cuernos los maridos de señoritingas y santurronas, porque sus mujeres son tan obtusas y tan monótonas que les aburren.

Pero entre las putas también hay desequilibradas, sobre todo si hablamos de quienes presumen de tener una estupenda vida sexual y luego tachan las vidas sexuales de personas que tienen una vida sexual normal, como malfolladas.
Vamos, que entre tanta puta, hay putas santurronas que nos avergüenzan a las putas de verdad, las que no tenemos complejos en vivir la vida con mayor o menor ilusión.

Y las santurronas, son aquellas que nos juzgan, las envidiosas, las malfolladoras, las cornudas, las acomplejadas o lo que es lo mismo, lo contrario a lo que somos las putas.

Preocupa un país donde crecen las santurronas puras, y las putas santurronas, mientras bajan las putas a ritmos preocupantes.
Pongo ejemplos, en el último GH salvo 4 honrrosísimas excepciones, las mayoría de lo que metieron eran putas santurronas que renegaban hasta de la masturbación, y mucho santurrón que llamaba putas a quienes luego les hacen pajas, sin comentar sobre el tiparraco narizudo que hablaba de mujeres guapas cuando tiene a su lado a una chica normal.
Pero la gota que colma el vaso de la absurdez, es haber tenido que ver como una puta santurrona que se graba en vídeos ( eso es genial ) se ríe de una ex compañera por supuestamente usar una polla de goma ( que probablemente da mas placer que el micropene del mueble empotrado que se quiere tirar la puta santurrona ) y hablar de la vida sexual de esa misma ex compañera, como si la suya fuera digna de un premio a la mejor vida sexual de mundo, vamos, que es muy coherente grabarte en vídeos con un tipo con el que no has estado ni un año, mientras que criticas a alguien que usará los dildos que quiera... como si fuera algo malo tener dildos, y hacerse vídeos lo mejor del mundo.
O tener que ver como a alguien una basura de programa, de una forma rastrera y machista, se burla de una concursante ( con la complicidad de un país absurdo y feliz de ser patriarcal y asquerosamente machista, además de ser el hazmerreír del mundo entero ) tirándole chocolate cual actriz porno.

Porque como he dicho, los extremos no suelen ser buenos, y entre grabarse en vídeos y juzgar a quien se graba en el vídeo no hay mas diferencia, que la que critica el vídeo pero luego está deseando verlo para pajearse mas a gusto.
O la que usa pollas de goma y otra que no la tiene pero se muere por un poco del placer que da dicha polla de goma.
O la del productor que se pajea viendo caer chocolate en un cuerpo y la que ve subir su cota de protagonismo a costa de ser la bufona de una sociedad mentalmente enferma que ella también defiende y perpetua.
O la de la que defiende a un gordo feo que dice que cuando salga se va a jincar a la que sea o que no haya nadie con estómago para jincarse a semejante infraser.
O la puta que defiende al putero, porque mientras que paguen a otras a mi me follan gratis.
O la bufona de una cadena que llama puta a una ex actrix porno regodeándose en su supuesta santurrería, cuando luego no eres mas que una triste bufona borracha y cornuda.
O la de la misma bufona que va de lista y en cuanto alguien usa su misma inteligencia se viene abajo y abandona un plató donde ella se ha regodeado en insultos hacia otros ( karma ximenez ).
O la de la puta escritora que tiene que aguantar oleadas de improperios de santurronas baratas e incultas.
O si se quiere, las santurronas marujas dementes que viven de los logros que hemos conseguido las putas y se permite el lujo de criticarnos.

Una buena checa y a tomar por culo con todos/as ellos/as.

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